sábado, 23 de enero de 2010

De vuelta...

09/01/2010-10/01/2010

Otra vez recorriendo aquellos lugares en los que en algún momento supe ser feliz. Donde lloré y reí, grité, canté, viví... donde fui niña y mujer llevándose el mundo por delante...

Soñábamos con unicornios y con utopías... alguna vez recordaré este año que se fue como el más importante de mi vida. Con vos crecí, aprendí, vi la vida a través de tus ojos y me enamoré enloquecidamente. Con vos tenía sentido militar, había un norte, o un sur, o algo... tal vez la felicidad de poder estar juntos en un mundo sin barrotes...

Y había dicho que en estas semanas no iba a pensar en vos... pero Bs. As. es así, la melancolía y muchas veces la tristeza se pasea por sus calles, como diría algún tango. Hoy vi a un padre con sus hijos buscando comida en la basura... y en mi egoísmo agradecí que te dedicaras a robar y no a mendigar una migaja de pan...

Extrañamente esta vez Bs. As. me está dando fuerzas para enfrentar el año difícil que está ahí adelante...

Te sigo extrañando Gringo, y esperando... y soñando volver a encontrarte una noche donde los límites sean solamente los que nuestros cuerpos nos impongan, y podamos hacer el amor sin el miedo de que el tiempo se acabe...

viernes, 8 de enero de 2010

Mi última entrada hasta dentro de 2 semanas.

Hoy decidí dejar de pensar en vos hasta que las vacaciones se terminen. Sé que es una decisión absolutamente egoista, pero necesito juntar muchas fuerzas para todo lo que este año se viene... tal vez para que si el amor que un día dijiste sentir (ese que te hacía creer que sin mí era como que te cortaran las piernas, porque no tenías en quien apoyarte) te hace volver a buscarme, no encuentres estos restos de lo que en algún momento supo ser una mujer completa que se llevaba el mundo por delante...

No es fácil, todo el mundo dice que tengo que olvidarte, que tomaste tus decisiones y que ahí no me incluiste, y aunque tengo la esperanza de que no sea así, a veces me da mucho miedo de que el resto de la gente tenga razón... a lo mejor me aferro a las lágrimas que derramaste la anteúltima vez que nos vimos, o a la tristeza que no supe comprender el último día cuando me echaste de al lado tuyo sin ninguna explicación...

Te extraño Gringo... todos los días y a cada ratito... pero tengo que volver a ser yo, por mí (principalmente), por vos (porque si volves la pelea va a ser mucho más complicada de lo que es ahora), y por muchas personas más que me exigen no bajar los brazos...

martes, 5 de enero de 2010

Ahora cambié las cartas no entregadas por letras tipeadas en este nuevo lugar.

Ultimamente las cosas no salen como las planeo, lastimo a la gente que quiero, como te debo haber lastimado a vos. Todas esas palabras que no dije, todas las lágrimas que no dejé que vieras por un orgullo estupido que para lo único que me sirvió fue para perderte.

Tal vez si te las hubiera dicho, si no hubiera aceptado el día que me alejaste sin motivos, si te hubiera obligado a darme una explicación, si hubiera ido a verte otro día, y otro, y otro... pero tenía miedo, y no vi todo lo que vos estabas sufriendo, no pude ver tu desesperación...

¿Por qué no me dejaste quedarme al lado tuyo? ¿Por qué no hablaste conmigo? No quiero que la soledad y la debilidad me arroje a los brazos de nadie más, quiero ser sólo tuya, quiero que vengas a buscarme, aún sabiendo las consecuencias que eso pueda traer.

Hoy por fin lo entendí, y no puedo decírtelo porque no sé como encontrarte, dónde buscarte, a quién preguntar por vos... Pensé que lo tuyo era indiferencia, que nunca iba a importarte lo suficiente como para que me eligieras... ¿Por qué tu libertad no pudo estar al lado mío? ¿Por qué me dejaste sola cuando más te necesitaba? ¿Por qué no puedo verte ahora? Quiero que sean sólo tus brazos los que me abrazen cuando estoy llorando como ahora ¿Por qué no venís a buscarme?

Si supieras como te necesito, si alguien te lo dijera, si pudieras mirarme ahora a los ojos, si llegara a tus oídos todos los intentos de buscarte, aunque sea peligroso, aunque no pueda salir a dar la vuelta a la manzana sin tenerlos vigilándome... te tiene que llegar, como sea, también tenés que ver las estrellas y pensar en mí... ¿por qué hice las cosas tan mal? ¿por qué no me di cuenta antes?

Te regalo unas palabras de un libro que busqué hace bastante para regalártelo, curioso que lo encuentre ahora que no sé como entregártelo:

"No supe comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba. ¡No debí haber huido jamás! Debí haber adivinado su ternura, detrás de sus pobres astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla". El Principito - Antoine de Saint-Exuperi.