viernes, 26 de marzo de 2010

Hace poco vi Luna Nueva, la segunda película de la saga "Crepúsculo", libro de vampiros vegetarianos... ahora estoy leyendo el libro... no sé, pensaba, que nuestras historias se parecen; vos el chico peligroso, pero que puede ser un tierno gatito cuando se lo propone -recuerdo como me derretía de ternura cuando ponías esa carita de niño travieso, después de haber hecho o dicho algo que me molestara (y en esos momentos no podía comprender, que se pudiera esconder ese lado oscuro que te permitía usar un arma y salir a robar)- y yo la chica torpe, que se lleva todo por delante, que siempre se está metiendo en problemas como filosofía de vida... a veces quería saber qué se sentía formar parte verdaderamente de tu mundo, sentirlo en carne propia, entenderte más allá de lo que nuestras miradas encerraran...

Pero te fuiste, como el protagonista, y me dejaste sin muchas explicaciones, y yo lo acepté... y vinieron las pesadillas, las noches sin poder dormir, siempre con ellos acechándote, acechándome, acechándonos... y a veces lo único que me queda es la esperanza de que lo hicieras para cuidarme... esperando que algún día vuelvas, que me regales aunque sólo sea una noche completa, eterna... sueño casi todos los días con esa noche, con nuestro final, un final digno de recordar, aunque finalmente no terminemos juntos... necesito verte una vez más, ver tus ojos, decirte todo lo que no te dije, que digas todas las palabras que callaste... yo sé que me querías, que todavía me querés, lo siento adentro, como una herida que no quiere sanar... tengo que decirte adios mirándote para poder seguir, para no huir más de las cosas bonitas que puedan venir...

En esta historia no puede haber un final feliz, no va a haber un "...y vivieron felices por siempre...", pero tengo que volverte a ver, tengo que sentirte una vez más, tengo que grabar tu imagen en mis retinas para saber que fuiste real...

miércoles, 10 de marzo de 2010

No te puedo olvidar, en los sueños, en los desvelos, en las tristezas... no puedo olvidar el horror de tus mundos, la tristeza de tus ojos, tus labios posesivos, tu cuerpo, tu piel, tu deseo...

Y hay noches en los que no duermo imaginándote, soñando tus futuros, pensándote en otros brazos, asustado, perseguido, queriendo empezar otra vez... te entiendo tanto que ni siquiera puedo odiarte... la bendita libertad... el terrible miedo a que el último día de tu vida te llegué ahí dentro... solo, sin unos brazos que te cubran del frío, sin un último beso que se lleve tu aliento, sin mis manos sujetando las tuyas...

Realmente era amor... pero a veces no es suficiente... eso no alcanza para retenernos, para pertenecernos, para poseernos... y estás en otro lugar, y yo acá... pensando de a ratos en vos, de a ratos en él... sin tenerlos a ninguno de los dos... sintiéndome tremendamente sola y confundida... los sueños amor no me alcanzan... los ratitos esporádicos suyos tampoco... y elijo, y me escapo, y quiero huir... no pensar, no decidir, dejar de sentir...

¿Dónde estás? ¿Por qué no puedo olvidar tus palabras, las torturas, las lágrimas...? Sólo una noche que dure eternamente... para vivir el amor que nos robaron... no me asustan los gritos en la noche, me asustan tus gritos, tu dolor... no lo puedo soportar... y llego a creer que dejaría todo lo que tengo, si tus ojos tristes me pidieran que me marchara con vos...