sábado, 27 de febrero de 2010

27 de febrero...

"Hace un año desde aquel primer beso y tal vez no estés acá para recordarlo conmigo", eso había escrito hace un tiempo en mi agenda de este año en esta fecha... Lo raro, es que hoy también, hace un mes desde que nos empezamos a ver con él...

Una fecha "complicada" por partida doble... él hoy está con su hija, así que no podemos vernos... hoy es de esos días en los que no he querido estar sola porque me duele mucho todavía recordar... pero no puedo contárselo, porque no sabría cómo hacer para que lo entienda... ¿cómo puedo pedirle claridad cuando ni yo misma la tengo? ¿cuándo hay días en que se me hace imposible dejar de pensar en vos? Tengo que acostumbrarme a que no estás, a que te fuiste, te fugaste (literalmente hablando), a que no me incluiste en tus planes, a que nunca pediste que te esperara, a no saber si algún día voy a volver a tener noticias tuyas...

Ese día hacía dos semanas que no me habían dejado verte, varias excusas de por medio... y tal vez la desesperación de saberte esperándome me llevó a no pensar en otra persona que no seas vos... ahí me cayó la ficha de que me importabas mucho más que una simple persona a la que iba a visitar para que sus días encerrado no se hicieran tan pesados... y así todo comenzó, junto con esos besos, los miedos, las dudas, las distancias, las lágrimas y las sonrisas... y algo así como una bella y triste historia de amor...

Todavía de a ratos te extraño, los ratos donde él no está... todavía de a ratos quiero seguir aferrándome a todos los recuerdos, que son lo único que me dejaste... pero también de a ratos, sólo quisiera olvidarte... tal vez se hace tan difícil porque nunca tuvimos una conclusión de nuestra historia, sólo me echaste sin explicaciones, para 2 meses después enterarme de tu fuga... y me tortura la cabeza que la última imagen que tuve tuya, fue mirando hacia la pared, con los ojos llorosos, dicíendole al guardia que me retiraba... me tortura que mis últimas palabras fueran "sabés que... no me llamés más... para mí se terminó todo acá...".

En algún momento escribí "Prefiero tenerte en mis pesadillas a no verte nunca más...", ya no quiero eso, no puedo verte para pedirte una explicación, para que me digas algo, para cerrar de alguna manera todo lo que nos pasó... pero necesito seguir, buscarme mi propia explicación y mi propio final, para que de alguna manera las pesadillas dejen de atormentarme en las noches...

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